Con un ambicioso proyecto desarrollado durante 18 meses, LAC se renovó construyendo un polo administrativo unificado y centralizado, como nueva sede empresaria.
Nuevas instalaciones, una mejor distribución para mejorar los servicios, la atención al cliente y el cuidado de los colaboradores, fueron los objetivos de la importante obra que se llevó a cabo en nuestra sede en el acceso a Colonia Caroya, sobre ruta 9.
Se trató de un proyecto exigente que presentó un verdadero desafío, con más de dos hectáreas y media intervenidas en dos etapas, y un año y medio de trabajo en equipo, que involucró a 23 empresas proveedoras de distintos rubros y entre 50 y 60 trabajadores realizando tareas en el lugar.
En la primera etapa que abarcó 3.200 metros cuadrados cubiertos, se creó una nueva área para Logística y Transporte, que incluye playón de maniobras para camiones, estacionamiento, simulador de descargas, talleres mecánicos propios y tercerizados, lavadero, sectores de servicios de soporte y el edificio administrativo de la unidad de negocio.
Además, con especial atención en el bienestar de los choferes, se planificó un Área de Recreación y Descanso con habitaciones, sanitarios, cocina, comedor, asador, juegos de mesa y aparatos de gimnasia.
En una segunda etapa, con una intervención en 1700 metros cuadrados cubiertos, se proyectó un nuevo edificio para la administración central de LAC y el funcionamiento de nuevas unidades de negocio.
El complejo fue diseñado con un espacio verde que nuclea las diferentes construcciones de la nueva sede. El edificio de administración de LAC, otro para desarrollo de nuevos negocios, auditorio para capacitaciones y reuniones, un restaurante y un sector para la instalación de cajero automático, son unidades independientes pero que presentan integridad en el lenguaje arquitectónico y en los colores corporativos de LAC.
Así el azul y el amarillo dan vida a los diferentes espacios de trabajo, que presentan un diseño con superficies permeables y vidriadas para observar las tareas que se realizan en el interior.
«Un proyecto complejo, exigente en los tiempos, que demandó de un gran trabajo en equipo entre las empresas que intervinieron». Así lo definieron los arquitectos que diseñaron y supervisaron su construcción: Aníbal Mansilla, de MARQ Arquitectura; y Andrés José Nihoul, Nahir Ottani y Lucas Exequiel Oliszynski de ONO Arquitectos.
El resultado final de todo este proyecto ya hecho realidad, es una empresa renovada con potencialidad para seguir creciendo en organización, tecnología y valor.